Siempre me he sentido fascinada por la interacción entre la estructura y la fluidez, la rigidez del diseño arquitectónico y la libertad del arte abstracto; esta obra, pretende ser un reflejo de esta dualidad.
Las estructuras geométricas detalladas en negro representan la precisión y orden del mundo construido por el hombre. Estas formas, que evocan edificios y construcciones arquitectónicas, son la manifestación de nuestra búsqueda de estabilidad y permanencia. Sin embargo, a medida que la mirada se desplaza hacia la derecha, el rigor se disuelve en manchas azules abstractas que parecen burbujas o gotas de agua.
Este azul, fluido y sin forma, simboliza lo efímero, lo inalcanzable, lo etéreo, y nos recuerda la naturaleza cambiante y fugaz de la existencia.