He procurado capturar la interacción entre la precisión estructurada y la libertad abstracta. El pilar central, detallado con líneas geométricas, simboliza la solidez y previsibilidad de las creaciones humanas, mientras que las secciones laterales coloreadas y texturizadas representan la naturaleza impredecible y fluida del mundo natural.
Esta obra es una expresión del vínculo que existe entre la rigidez de la arquitectura y la organicidad del entorno, una narrativa de cómo ambos pueden coexistir y realzar su belleza mutua.
La base esbozada de edificios urbanos añade una capa de realidad, anclando la pieza en un contexto familiar. Es una invitación a contemplar la coexistencia de contrastes y a encontrar la armonía en la adversidad.