Una interpretación artística que busca capturar la dualidad de nuestro entorno. Las líneas negras y los toques dorados no son meros trazos, sino las voces de una metrópoli que susurra sus historias a través de la geometría y el color. Este dibujo, en blanco y negro con destellos de naranja, es un homenaje a la arquitectura invisible de nuestras emociones y experiencias, un mapa que guía no hacia lugares, sino hacia reflexiones. Cada sombra y cada luz naranja son testigos de los momentos efímeros y eternos que componen nuestro día a día.
Te invito a perderte en este paisaje urbano abstracto, a encontrar tu propio camino entre las sombras y a descubrir la luz que se esconde en cada rincón.