Esta pieza invita a explorar la complejidad de las formas y la profundidad de la percepción.
En el corazón de la obra, una estructura triangular se erige como el pilar central, rodeada por líneas negras que dan vida a sombras y dimensiones ocultas. El verde, disperso con intención, añade un toque de vitalidad y contrasta con la paleta de blanco y negro que domina la composición.
La textura es una protagonista en esta obra, con líneas cruzadas que aportan sombreado y bloques sólidos de color que definen el espacio.
La interacción entre luz, sombra y forma es una danza visual que desafía nuestras expectativas y nos invita a contemplar la realidad desde una perspectiva diferente.